Entrevista a David Carvallo, joven fotógrafo y editor autodidacta de 26 años, estudiante de la tecnicatura en diseño de Imagen, sonido y multimedia, que se dicta en la Universidad Nacional del Nordeste. Sus constantes ganas de aprender lo llevaron a experimentar con cámaras tanto analógicas como digitales, posteriormente se perfeccionó en el arte de la postproducción. Este año aprobó la diplomatura en fotografía a través de la Universidad del Chaco Austral.
El camino que transitó David Carvallo con la fotografía atravesó toda su vida. Su mirada se fue perfeccionando a costa de horas de observación, análisis e investigación de fotógrafos internacionales sumado a su compromiso y valentía al formarse de manera autodidacta.
La práctica y la constancia fueron fundamentales en la construcción de su identidad fotográfica. Ya que se forjó mediante horas de registrar la cotidianeidad de la capital correntina a través de sus lentes y de sus ojos.
ESTILO
Se dice que la fotografía callejera es la rama más compleja de este arte porque engloba retrato, paisaje, composición, accionar rápido y también estar atento para captar lo que el reconocido fotoperiodista francés Henri Cartier- Bresson llamaba «el instante decisivo».
«A veces no me animo a sacar la foto, veo el momento y está buenísimo, pero muchas veces no quiero interrumpir la escena. Si lo hago siento que altero lo que está pasando y termino mostrando algo que no es. Yo quiero capturar lo genuino, lo que está pasando. Pero no me frustro porque siempre hay algo ahí», comentó David sobre sus recorridos fotográficos en la ciudad.
«Como fotógrafo, me gusta salir con la cámara y perderme por las calles de la ciudad. Busco escenas que me llamen la atención, aunque no siempre sé exactamente qué estoy buscando. Pero cuando aparece, lo sé: mi mente y mi corazón reaccionan. Ahí es cuando disparo. Corrientes está llena de historias en cada rincón. Me emociona cruzarme con algunas y poder contarlas a través de mis fotos», describió David.
PASIÓN
«Hay una fotógrafa mexicana, que se llama Graciela Iturbide y en una entrevista dijo: ‘Salgo a la calle con mi cámara y le tomo una fotografía a lo que veo que mi mente o mi corazón reacciona. Es solamente un testimonio’. Su fotografía es egoísta, porque la hace solo para ella. En ese momento no piensa en una narrativa o en algo poético, solo en lo que le gusta. Lo tomo y me apropio de eso. Ella no busca sorprender a nadie. Salís, lo ves en el momento y le sacas la foto. Lo que llama la atención, cuando lo ves, lo sabés», agregó.
«Yo empecé a sacar fotos de forma más seria cuando vi una convocatoria para un fanzine de Buenos Aires. Como quería participar, me obligué a salir todos los días con la cámara, trataba de sacar algo nuevo, lo subía y los etiquetaba. Fue una forma de hacer fotografía documental callejera, a lo que siempre me quise dedicar», recordó sobre sus comienzos.
DOCUMENTAL
«Tenés que ser muy rápido porque, lo que te llama la atención pasa en un segundo, en un momento efímero. Lo bueno es que se da todo el tiempo. Por eso, lo que hago es caminar por el centro, siempre hay gente caminando y me resulta más fácil encontrar algo. Le saco fotos a lo que pasa en el momento. Es una forma de mostrar como es la vida, en este momento y en este contexto. Cómo está la calle ahora», describió sobre el oficio.
Entre las maneras en que se desarrolla su trabajo, contó cómo es su técnica al momento de interactuar: «Confieso que me cuesta sacarle fotos a las personas. Esto pasa porque soy introvertido. Siempre trato de que no me vean tanto, porque nunca quiero interrumpir la escena».
Los debates éticos no los deja de lado, y mantiene una postura firme que se refleja en su trabajo al momento de elegir que publicar y que no. Al respecto expresó: «Saco muchísimas fotos, pero no subo todas, solo las mejores. Hay otras que guardo o borro. Tengo que atender si sale un niño en cámara o aparece alguien vulnerable. Es complicado sacarle fotos a personas en situación de calle, por ejemplo. A menos de que haya una intención narrativa o periodística, no podés ir a sacar la foto nomás porque estás vulnerando a alguien. Trato de tener cuidado y de respetar. Mantener la privacidad de la persona».
RECORRIDO
Sobre cuáles fueron sus inicios mencionó: «siempre saqué fotos. Cuando me di cuenta que quería dedicarme de forma profesional, subí todas las que tenía a una cuenta en Instagram llamada Soy el chico de las fotos«, la cual se encuentra activa hasta hoy en día. También cuenta con un portafolio online donde se pueden observar las imágenes que crea recorriendo las calles correntinas.
«Nunca se supera el miedo a fotografiar extraños en la calle. Tenés que hacerlo ir y enfrentar la situación. Salir con la cámara y sacar cien mil fotos, también aprender a elegir cuando no sacar la foto. La intención en ese momento es documentar o hacer algo artístico. La práctica es muy necesaria, pero también hay que tener pensamiento crítico y algo de composición para que no sean una más del montón. Tengas la cámara que tengas, salí a sacar fotos con eso», afirmó el joven.
«Yo quería aprender, ser más profesional. Entonces empecé a mirar muchos videos y tutoriales de YouTube, buscaba información y después salía con la cámara. Le sacaba foto a todo lo que veía que me gustaba y me parecía lindo. Después fui más por el lado de la gente en la calle », agregó.
Luego se animó a revelar: «Al comienzo me frustraba porque no sabía a qué quería sacarle fotos, no tenía en claro para donde ir. Ahora lo tengo bien definido, se nota que tengo un estilo y me gusta tener una identidad como fotógrafo».
«Hay un montón de fotógrafos que son una inspiración. Vivian Mayer, es espectacular. Me encanta su caradurez y su metodología. Hay que ver muchas fotografías, y proyectos para aprender», señaló al ser consultado sobre cuáles son sus referentes en la actualidad.