Ayer, una madre desesperada por una dramática situación familiar a causa del flagelo de las drogas, hizo sentir su clamor en los medios locales de la Capital. Se llama Rosa Rodríguez, tiene 54 años y pidió la urgente ayuda de las autoridades judiciales para internar a su hijo de 22, cuyo problema de adicción lo convirtió en una persona agresiva con su mamá y sus hermanas menores.
«Así no se puede vivir. Yo estoy resignada de que en cualquier momento lo voy a encontrar en calle muerto o todo golpeado. Y es mi hijo, no se pueden imaginar el dolor que yo tengo por todo esto», dijo a uno de los varios medios radiales por los que fue entrevistada.
Rosa vive en el barrio Nuevo con sus hijas de 15 y 17 años y, el joven de 22 quien tiene una orden de restricción de acercamiento, la cual incumple. Dijo que esa fue una medida que solicitó debido a las permanentes agresiones de su hijo hacia ella y las menores. «Yo lo que pido es que me ayuden, por favor. Él es adicto a las drogas, me lleva todas mis cosas. Me pide plata. Y si no le doy, seguro que voy a mi casa y me va querer castigar y romper todo».
La mujer relató que el joven consume desde que era un niño y que no pudo revertir esa situación. También dijo que su adicción lo llevó a robar y que estuvo preso. «Él nunca me había levantado la mano, pero cuando salió de la cárcel, ya vino violento y me golpea a mí y mis hijas. También roba todo lo que hay en mi casa. No podemos vivir así, mis hijas no pueden estar así y tengo miedo por ellas y por mí todo el tiempo», expresó.
Respecto al accionar de la Justicia y la Policía en su situación, Rosa mencionó que cada vez que está violento llama a la Comisaría. «Se lo llevan y lo tienen a lo sumo dos días. Pero después lo largan porque me dicen que no es por una causa de robo. Él sale y vuelve y nosotras ya no queremos ni regresar a nuestra casa», detalló.
VIVIR CON MIEDO
La mujer también dijo que al miedo permanente de ser agredida por su hijo, se suman las amenazas que recibe de los vecinos que la culpan por los robos que comete el joven. «Por su adicción él se hace odiar por todos. Llegaron a apuntarme con un arma y están mis hijas acá. Él está enfermo, está perdido, es muy desesperante porque todo lo que roba es para consumir. Por eso quiero que la Justicia me ayude y lo internen», reiteró.
Rosa explicó también que golpeó hasta la puerta de la Casa de Gobierno para pedir ayuda, pero hasta el momento no tuvo respuestas. «No quiero nada para mí, quiero que mis hijos estén bien», completó.
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