El pasado miércoles en la plaza Vera, se realizó una jornada de sensibilización por el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Como parte de las acciones, la Dirección de Juventud del Gobierno de Corrientes llevó a cabo actividades lúdicas y recreativas, con entrega de folletería y espacios de diálogo con el objetivo de sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de hablar de salud mental.
Respecto al tema, las licenciadas en Psicología, María José Veloso y Camila González, pertenecientes al Área de Salud Mental de la Dirección de Juventud, dialogaron con EL LIBERTADOR.
«Estamos para concientizar a la población en general de este fenómeno que la verdad está creciendo un montón, especialmente en los jóvenes», contó González. A lo que agregó que «el rango de edades entre 15 y 29 años, que es la adolescencia y la juventud, es el rango de edad que más está afectado por esto».
Por su parte, Veloso sostuvo que «por eso decimos que hay que hablarlo entre todos, con los niños, con los adultos, con todas las personas, es algo que debemos empezar a hablar». Asimismo, advirtió que de lo que va del año, el número de suicidios se equipara a los números de muertos por siniestro viales. «Creo que es un número que llama la atención», reflexionó.
Según un parte oficial de la Policía de Corrientes, hasta la semana pasada, la estadística de hecho fatales por siniestro de tránsito era de 111 personas muertas (25 en Capital y 86 en el Interior), mientras que las personas fallecidas por suicidio alcanzaron un total de 106 (44 en Capital y 62 en el Interior).
MITOS Y TABÚES
Hace muchos años atrás, el suicidio era tratado como un tema tabú, sin embargo, especialistas comenzaron a dar a conocer los mitos que hay que derribar para salvar vidas.
«Del suicidio, por ahí, uno de los principales es ‘que el que avisa es un llamado a atención y no lo va a hacer’. La verdad es que, es uno de los factores de riesgo haber intentado antes para otro nuevo intento. Entonces, ese es el principal mito que tenemos que derribar en cuanto al suicidio», instó González.
Asimismo, detalló que «después hay un montón también ‘que siempre que alguien intenta quitarse la vida, hay algún problema de salud mental atrás’. La verdad es que, si bien hay cuestiones de depresión o de consumo problemático, muchas veces no hay, especialmente en los jóvenes. Por alguna situación de estrés puntual que sobrepasó sus capacidades o sus habilidades para afrontar la situación. Así que por eso también hacemos prevención, no solamente desde las señales de alerta, sino desde estar atentos a poder hablar de lo que nos pasa».
En este mismo sentido, Veloso prosiguió que «el principal tabú es ‘que de suicidio no se habla’. Lo que se busca hoy en día es cambiar esta narrativa. De que empecemos a hablar de las emociones, de lo que nos atraviesa el suicidio. O sea, es una situación extrema a la cual la persona llegó por no encontrar quizás una solución a los problemas que tenía. Entonces, por eso es importante, poner en palabras, hablar de este tema, porque es algo que no solamente es un problema individual, sino que es un problema colectivo».
Veloso relató que «por ahí me preguntaban un poco ‘¿y cuáles son estos pequeños cambios que podemos hacer?’ Por ejemplo, desde la casa, buscar esos momentos, crear esos momentos para hablar, compartir con la familia, con los hijos, en la escuela, con mi compañero. Si veo que se está ausentando mucho, si veo que se duerme, que perdió el interés. Bueno, son todas estas pequeñas cosas que hacen la diferencia al final».

