La tregua no llega. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ratificó este domingo la alerta amarilla por tormentas severas para la totalidad del territorio correntino, extendiendo un panorama que ya es crítico debido a la saturación de los suelos y el colapso de los sistemas de drenaje en Capital y otras localidades tras una semana de castigo hídrico ininterrumpido.
Según los modelos de previsión, la inestabilidad persistirá con fuerza durante todo el lunes, y se estima que el tiempo comenzaría a presentar una mejoría recién hacia la jornada del martes.
Un escenario sin precedentes: 550 mm en cinco días
Lo que vive la capital correntina no es solo una «semanas de lluvia», sino un evento meteorológico extremo. Desde la Municipalidad de Corrientes confirmaron cifras que alarman a los especialistas: entre el domingo pasado y el último jueves, el acumulado superó los 550 milímetros.
Para ponerlo en contexto, esa cantidad de agua representa lo que normalmente debería llover en varios meses, descargado en apenas 120 horas. Este volumen explica el escenario crítico que atraviesan los barrios y las zonas rurales, donde la capacidad de absorción de la tierra llegó a su límite.
Qué esperar para las próximas horas
La alerta amarilla vigente advierte sobre celdas de tormentas de variada intensidad que se desplazan sobre la provincia. De acuerdo al MSN, los fenómenos pueden incluir: descargas eléctricas frecuentes y actividad atmosférica intensa; ráfagas de viento que podrían alcanzar los 70 km/h; caída ocasional de granizo en sectores puntuales.
Se prevén valores de precipitación acumulada de entre 30 y 70 mm, con picos superiores donde las tormentas se estacionen.


Recomendaciones vitales
Ante la persistencia del mal tiempo y la vulnerabilidad de la infraestructura por los milímetros ya acumulados, se insta a la población a extremar los cuidados:
Priorizar el resguardo: evitar salir de los domicilios si no es estrictamente necesario.
Manejo de residuos: bajo ninguna circunstancia sacar la basura. Limpiar sumideros y desagües particulares para facilitar el escurrimiento.
Seguridad eléctrica: si el agua comienza a ingresar a la vivienda, cortar el suministro eléctrico de inmediato y desconectar electrodomésticos.
Protección en exteriores: asegurar objetos en balcones o patios (macetas, chapas, muebles de jardín) que puedan ser proyectados por el viento. Si se encuentra en la calle, busque refugio en estructuras sólidas, nunca debajo de árboles o postes.
La situación es dinámica y se recomienda seguir las actualizaciones de los radares meteorológicos minuto a minuto. El suelo no aguanta más agua, y la precaución ciudadana es hoy la principal herramienta para evitar tragedias mayores.

