El mundo laboral se divide entre quienes prefieren la segura estabilidad de un trabajo en relación de dependencia y quienes eligen la autonomía. Si bien esta segunda opción guarda algo de incertidumbre, ofrece numerosas ventajas, propias de la independencia.
El trabajo independiente es una apuesta direccionada a la autonomía en las dinámicas laborales, manejo del tiempo y toma de decisiones. Sin embargo, para tener una experiencia positiva es fundamental ser responsables y administrar de la mejor manera nuestra estructura de trabajo.
En esta nota, compartimos algunos tips para llevar una buena gestión del trabajo autónomo.
Incorporar un sistema de gestión
Una de las mayores dificultades que se nos presenta al salir del universo de la relación de dependencia es la autogestión. Al prescindir de otras personas que emitan nuestras liquidaciones, debemos comprometernos con nuestras obligaciones.
Como parte de un régimen de imposiciones autónomo, pasa a ser nuestra responsabilidad facturar a los clientes nuestro trabajo. Como esto puede ser complejo, es conveniente incorporar un sistema de gestión que nos ayude a simplificar este intercambio.
Al emitir una factura electrónica desde Xubio, un sistema de gestión muy útil e intuitivo, podemos guardar los datos de cada cliente, personalizar comprobantes y ahorrar tiempo. Además, tenemos al alcance toda nuestra información contable.
Definir la jornada laboral
La administración del tiempo es crucial para el trabajo autónomo, ya que hay una delgada línea entre manejar el propio tiempo y estar disponible 24 horas. Para no caer en este vicio laboral, es fundamental definir una jornada de trabajo y respetarla.
En la planificación de nuestros horarios, podemos establecer prioridades diarias y semanales, para usar nuestro momento más productivo en tareas complejas. También, es clave definir plazos de entrega realistas y llevar una agenda prolija, para beneficio de todos.
Buscar clientes
Otro aspecto prioritario en el trabajo autónomo es la confección de una agenda de clientes. Para lograrlo, es importante identificar con claridad cuál es la problemática que buscamos solucionar y cuál es nuestro público ideal.
Dependiendo de nuestra área de trabajo, son muchas las estrategias que pueden funcionar. Desde la interacción en redes sociales, las campañas de mailing o promoción de portfolio, es importante probar distintos métodos sin perder de vista nuestro perfil profesional.
Elaborar un plan de objetivos
La elaboración de un plan de objetivos cumple una doble función: por una lado nos incentiva y, por el otro, nos posibilita visualizar una proyección de trabajo. El trazado de metas nos posibilita direccionar algunas gestiones internas para acercarnos a nuestro formato ideal de trabajo.
¿Qué tener en cuenta al diseñar un plan de objetivos? La respuesta depende de cada trabajador independiente, pero una escala de ganancias puede ser un comienzo. Para eso, es importante tener claridad sobre nuestros presupuestos y trazar un calendario hacia nuestro ideal.
Entre nuestros objetivos también podemos incluir la mejora de nuestras condiciones de trabajo, ya sea mediante la gestión de tiempos o profesionalización de la infraestructura. En todos los casos, la planificación nos permite comenzar de a poco y mejorar nuestra experiencia.