Desde una de las asociaciones que nuclea al comercio y la industria, advirtieron que el consumo se encuentra en baja todos los meses y frente a esa situación se hace muy difícil afrontar los montos acordados por paritarias.
En la jornada del viernes se conoció que la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios y las cámaras empresarias del sector suscribieron un nuevo acuerdo paritario: un incremento no remunerativo de los básicos de 17,6 por ciento desde febrero de 2024, más un porcentual de 11 por ciento remunerativo. De este modo, el salario básico para un trabajador de comercio, con presentismo, se ubica en 658.000 pesos.
Frente a ello, desde la provincia expresan que tienen todas las intenciones de cumplirlo, aunque todo depende del nivel de venta del local para poder afrontarlo.
En diálogo con EL LIBERTADOR, el referente del sector del comercio y la industria, Enrique Collantes, en principio manifestó que todo depende de cada negocio.
«Tenemos que ver el consumo, porque si no hay consumo, lamentablemente, por más que produzca, están en peligro los puestos de trabajo», sostuvo.
Agregó: «Como todo el mundo, queremos pagar más. Pero el problema es que si no hay venta, ¿cómo se van a pagar los sueldos? Más todos los impuestos que tenemos, que realmente subieron una barbaridad a comparación de los sueldos y sigue bajando el consumo».
Insistió en que el empresariado no tiene problema en pagar, aunque recalcó: «Estamos viviendo una situación que digo difícil, la cual esperemos que sea como dicen hasta abril y bueno, esperemos que podamos seguir luchando, porque acá ya no se trata de que vos puedas prometer o puedas decir bueno, voy a pagar un millón de pesos al empleado. El problema es que si no hay consumo, no puedes prometer nada».
«Sabemos que la gente gana muy poco, sabemos que subieron demasiado las cosas, pero si vos tenés un negocio abierto, tenés los empleados y no tenés entrada. Igual se te baja. Estamos en una situación en la cual sabemos que realmente el operario tiene que cobrar más. Tenemos, pero no podés prometer cosas que no sabés si el negocio va a cumplir. Lo que sí, a lo que yo le tengo miedo es que realmente empiecen a achicarse los puestos de trabajo. Es el miedo que empieza a producirse, no sólo a escala provincial, sino también a escala nacional», concluyó.
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