La cuenta regresiva hacia las elecciones del domingo 31 ya está en marcha, y como es costumbre, el tramo final de la carrera electoral se adereza con un ingrediente picante: la revisión y corrección de las boletas. Lo que para un desprevenido podría parecer un trámite burocrático, se convirtió este miércoles 6, en el subsuelo del Poder Judicial de Corrientes, en un ring de «boxeo político», con chicanas, enojos y cruces entre los apoderados de los partidos.
La audiencia de control cruzado de las boletas es la instancia donde la formalidad se enfrenta a la picardía. Y en esta ocasión, la Junta Electoral, presidida por el magistrado Gustavo Sánchez Mariño, tuvo que oficiar de árbitro para poner orden.
La tensión en el aire se respiraba cuando los representantes de las distintas fuerzas políticas se enredaban en detalles de diseño, tipografía y abreviaturas, buscando cualquier resquicio para impugnar la boleta del rival.

El principal foco de conflicto, en esta primera etapa, fue la boleta de la alianza Vamos Corrientes. La apoderada del radicalismo, Graciela Rodríguez abrió el fuego con una queja puntual: la abreviatura de la provincia, «Ctes», en lugar del nombre completo. Si bien la objeción generó un encendido debate, los apoderados de la alianza argumentaron que no había impedimento legal para usar esa forma abreviada.
Para tomar una decisión, la Junta Electoral se vio obligada a declarar un cuarto intermedio. Tras la pausa, la palabra la tuvo Sánchez Mariño, que estableció un criterio claro para zanjar las diferencias. En una medida salomónica, el magistrado resolvió que en la boleta de Vamos Corrientes deberá figurar el nombre del partido de forma completa, y abajo, la abreviatura, una pauta que, según él, ya se aplica en las demás boletas.
Pero los problemas no terminaron ahí. El magistrado también apuntó a la boleta que lleva al candidato Gustavo Valdés. El reclamo sobre la disposición de su nombre y apellido, que se leía «Valdés Gustavo» en una misma línea, llevó a una nueva corrección: «el apellido Valdés de la primera sección de la boleta y el nombre Gustavo de la segunda sección deben ponerse en distintas líneas para que no se lean de corrido», explicó el presidente de la Junta Electoral.
Como si fuera poco, Sánchez Mariño también puso el foco en el partido «ECO correligionario» y su logo. En este caso, la historia es más compleja, ya que, según el magistrado, el Juzgado Federal había rechazado el logo en dos oportunidades. La conclusión es contundente: «En este momento no tienen un logo autorizado».
Con los frentes abiertos y las correcciones sobre la mesa, la Junta Electoral provincial emplazó a los partidos para que presenten las boletas corregidas. La fecha límite: el próximo miércoles 13 de agosto a las 13. A partir de ahora, los equipos de campaña tienen la tarea de cumplir con las exigencias de la Junta, mientras que los demás frentes, seguro, ya estarán con la lupa lista para la próxima ronda de fiscalización.

