Desde la experiencia acumulada en sus años de estudios y de trabajo docente y en terreno, el investigador de la Unne y el Conicet, Félix Ignacio Contreras promueve la divulgación de información para crear conciencia social y actuar en consecuencia ante catástrofes como las que vive actualmente Corrientes. Habla de la necesidad de crear círculos asociados donde la parte académica brinde información, los decisores tomen medidas funcionales al paisaje y a las dinámicas extremas del clima, pero siempre contando a la población informada y concientizada, como base fundamental para actuar a futuro ante las adversidades de la variabilidad climática.
El doctor en Geografía, desde el Parque Provincial San Cayetano de Corrientes -donde trabaja con pares para evaluar los impactos generados por incendios y sequías extremas vividos desde mediados de 2018- tomó contacto con Unne Medios para compartir sus reflexiones sobre el clima extremo actual, sus consecuencias y proyecciones a futuro a tener en cuenta como sociedad.
FUEGO Y SEQUÍA
Consultado sobre sus primeras apreciaciones vinculadas al fenómeno incendios y sequía extrema en la región en los últimos meses, manifestó sobre estos eventos -que muchos asocian con el cambio climático- que «es necesario saber que estamos hablando de un evento de sequía extrema vinculada con una variabilidad climática».
«El clima es como las personas. Hay algunas que son ciclotímicas y pasan de momentos de euforia a tristeza extrema», dijo para explayarse en que «con el clima pasa lo mismo y principalmente en nuestra región subtropical. Pasamos de inundaciones a sequías extremas, entonces por ahí hablar de años ‘normales’ es un poco raro», remarcó, a la vez que recordó que «vivimos desde 2015 a mediados de 2018, eventos de inundaciones extremas de 2.000 milímetros durante 4 años seguidos -cuando lo normal son 1.400 milímetros- y para que se tenga idea de lo que digo, esos 600 milímetros de diferencia, es el doble de lo que llueve anualmente en Mendoza», recordó.
Sobre esto manifestó que en aquellos años «vivimos situaciones de lluvias extremas y la palabra ‘inundación’ era corriente en los medios de comunicación y la gente».
DESDE 2019
«Ya desde 2019 -mencionó el geógrafo- estamos viviendo eventos de sequía extrema y obviamente y como dice la canción ‘no se piensa en el verano cuando cae la nieve’, entonces ¿quién pensaba en incendios cuando estábamos con inundaciones?; o traducido a lo que nos está sucediendo actualmente ¿quién está pensando en inundaciones hoy, cuando se están quemando más de 500 mil hectáreas de campo en la provincia?».
INCENDIOS EN
HUMEDALES
En esa misma línea explicó que se debe pensar también que la mayoría de los paisajes que se están incendiando están asociados a humedales «es decir, la vegetación que crece ahí responde al agua y en los períodos muy húmedos que hubo anteriormente, esa vegetación creció mucho y se generó mucha biomasa; ahora, en este tiempo de seca extrema, sumado a nuestras malas prácticas culturales, productivas y cuestiones de descuido e incluso a cuestiones naturales, tenemos incendios descontrolados».
UN COMBO
EXPLOSIVO
«El largo período de sequía extrema, sumado al potencial de los vientos -especialmente el del viento Norte- nos da como resultado el combo explosivo que estamos viviendo», agregó.
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