Son ‘matacaballos’, roban los animales, los faenan y venden la carne. Este hombre mató a mi yegua, yo vi los restos en su galpón y después encontramos lo demás en un descampado que está cerca». Victoria Moyano, una vecina del barrio San Marcos de la Capital, denunció así a un hombre que vive en la misma zona. Declaró a EL LIBERTADOR que esta práctica es común y dijo algo todavía más grave: «La gente acá sabe que eso lo compran en algunos comercios».
Moyano detalló que hace unos días, su yegua de ocho meses fue robada de un baldío en el que la dejaron para pastar unos minutos. También comentó que cuando esto ocurrió, ella fue directo hasta un galpón que sería propiedad de una persona a la que conocen como «Lele».
«Él estaba ofreciendo carne y nosotros sabíamos de donde la sacó. Por eso fui directo y le dije que mató a mi yegua. Cuando me vio, el tipo tiró unos cartones en el piso, pero yo alcancé a ver que había pedazos de carne abajo. Le grité y con otra gente que estaba ahí me echaron, así que le dije a mi hijo que vaya a llamar a la Policía. Él aprovechó eso y tiró la carne de mi yegua para que no la vea», relató.
IMPOTENCIA
«Esa noche no pude dormir y a la mañana me levanto y voy a la zona en la que ya se suelen encontrar restos de animales. Y ahí vi los restos de mi yegua. Encontramos la cabeza, las patitas, la cola y el cuero de mi yegua. Llamamos a la Policía de la Comisaría 7ª y vinieron y les mostramos eso y un cuchillo que dejaron ahí. Está hecha la denuncia, me pidieron pruebas y se las mostré, pero me dicen que no es suficiente para meter preso a ese tipo», remarcó.
Los restos del animal estaban, en efecto, en un descampado en las inmediaciones al Destacamento San Marcos. Los vecinos junto con unos policías recorrieron la zona. «Pero ya sabemos que detrás de Acor (Agencia Correntina de Recaudación), se suelen encontrar los restos. En el lugar en donde estaba mi yegua se veían más cosas. Vi cabecitas de otros animales más chicos que la mía», agregó Victoria.
La mujer también contó que después de lo ocurrido, a «Lele» lo habían demorado, pero no fue por la denuncia por la muerte de la yegua. «Lo agarraron porque estuvo molestando y haciendo disturbios en la vía pública. Pero lo tuvieron unas horas y lo largaron. Le pregunté a los policías por qué lo soltaron si nosotros lo denunciamos y me dijeron que no lo podían retener y que fue una orden de una jueza», se quejó.
Tanto ella como su familia exigen que la causa siga y se investigue el delito por los robos de los animales, por la faena clandestina y por la venta de esa carne que va a parar a algunos comercios que la compran a bajo costo.
«Queremos saber cómo va a seguir esto. Ese hombre no puede estar suelto. Nos tienen que dar más información Va a seguir matando a los animales y nadie va a hacer nada», cerró.
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