Los pacientes crónicos son, junto a los que ingresan por siniestros viales, una de las complicaciones que enfrenta hoy el hospital Escuela General San Martín para garantizar la plena atención. Son muchos y no hay un lugar específico para que reciban los cuidados permanentes que necesitan. Es por eso que las autoridades del centro de salud trabajan en busca de una solución que les permita liberar camas de la Terapia Intensiva y, a la vez, reubicar a estas personas en un sector determinado.
«Por el momento, armamos un sector que funciona como una apoyatura para la atención de pacientes crónicos. Estos son los que necesitan atención permanente, pero no al nivel de una Terapia Intensiva», dijo a EL LIBERTADOR el director del Escuela, Salvador González Nadal.
El especialista explicó que este tipo de pacientes son los que se considera que no van a tener una mejoría significativa. «Son, por ejemplo, aquellos que tuvieron un ACV y quedaron con secuelas y sus parámetros vitales disminuidos por lo que necesitan una atención exhaustiva. Muchos están meses e incluso años en esta situación, asistidos con respiración mecánica y alimentación parenteral», señaló.
A partir de esto, mencionó que las complicaciones devienen del hecho de que estos pacientes ocupan camas en Terapia y cuando tienen muchos ingresos por emergencias de traumatizados. «Se nos forma un cuello de botella», expresó.
Otro problema que describió tiene que ver con que, al no haber camas en ese sector, no pueden realizar ciertos tipos de procedimientos, como las neurocirugías. «Quienes salen de una de estas intervenciones deben hacer un post operatorio en Terapia. Y si no hay camas, no podemos llevar adelante esa cirugía», agregó.
POSIBLE
SOLUCIÓN
«Tuvimos una reunión con el ministro (Ricardo Cardozo), donde tratamos este tema y surgieron tres posibilidades. Una es la que ese sector se arme en el Escuela, otra es que se cree y funcione en el Campaña y la tercera, en el hospital de la localidad de Riachuelo», indicó.
«Lo más probable es que esto se haga en el Campaña. Una especie de anexo total en una parte totalmente aislada de la que están los pacientes con Covid-19. Pero es una posibilidad y lo estamos conversando», completó.
Tranquilidad para el personal
Consultado sobre episodios de violencia hacia el personal hospitalario, el doctor González Nadal, dijo que afortunadamente, no volvieron a tener que afrontar este tipo de situaciones. Y agradeció por esto a los policías que se encuentran en el centro de salud y se ocupan de la seguridad de las personas que trabajan allí.
«Afortunadamente, hace mucho tiempo que no tenemos este tipo de episodios. Pero en su momento, tuvimos que sacar las sillas de la parte de espera porque cuando se producían episodios muy violentos las usaban para causar lesiones», recordó.
«La policía hospitalaria fue una gran ayuda, porque ellos intervienen cada vez que se puede producir alguna pelea entre patotas o agresiones de familiares y allegados a heridos hacia el personal», mencionó.
En este punto, volvió a hacer referencia a las consecuencias del consumo excesivo de alcohol. «Son personas que llegan muy alcoholizadas y se ponen muy violentas. Tuvimos casos en que tiraron agua caliente contra el personal que estaba tras el enrejado. Ahora se colocó un panel blindado en la recepción y además, los policías trabajan las 24 horas, en contacto con la Comisaría 3ª por lo que el blindaje es automático en caso de que sea necesario», cerró.
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