A lo largo de este semestre se conocieron públicamente varios casos extremos de bullying en escuelas correntinas. La escalada en la violencia de algunos casos se convirtió en un tema de preocupación para muchos padres y tutores.
En diálogo con EL LIBERTADOR, el médico psiquiatra Emilio Hidalgo contó cómo se suelen manifestar estos tipos de acosos, las consecuencias que generan en la salud mental, los casos extremos que conlleva y cómo tratar de prevenirlo.
Así se desarrolló parte de la entrevista:
¿Cuáles son los tipos de acosos?
-El bullying se puede manifestar de muchas maneras, puede ser físico, verbal, psicológico, social, sexual, cibernético. Y cada tipo de bullying se va a manifestar de una manera diferente. Por ejemplo, el bullying físico va a ser en forma de agresiones; verbal van a ser palabras e insultos; el psicológico: amenazas, chantajes; el social puede ser con rumores acerca de una persona, distribuir fotos; y en cuanto al sexual, puede ser con comentarios, hostigamientos o directamente acoso sexual.
¿Cuáles son las consecuencias en la salud mental?
-El bullying tiene un impacto en la salud mental que se puede manifestar tiempo después con depresiones, ansiedad, bajo autoestima, algunas alteraciones en la conducta y cuando es muy grave puede haber violencia hacia el agresor o incluso ideación suicida.
La escuela, ¿es un lugar para prevenir?
-Es fundamental que la escuela reaccione ante el bullying y que también trabaje proactivamente para prevenirlo. Es el lugar más importante para actuar a través de la creación de un ambiente seguro, de apoyo, de educación a los chicos sobre el tema para que intervengan, para que no sean cómplices. La implementación de protocolos que se hace cuando veo que algún compañerito tiene bullying (por ejemplo) y la colaboración con toda la familia.
¿Cuáles son las consecuencias extremas?
-En el caso de las consecuencias del bullying, algo muy frecuente es el suicidio, la ideación suicida, porque en todas las situaciones de bullying hay una violencia circundante que se manifiesta desde una persona hacia otra persona y esta violencia puede actuar de diferentes maneras, es decir, el acosado puede ser violento con su acosador y hemos vistos casos de asesinatos de las personas que perpetran el bullying, del acosador, o pueden disparar esa violencia hacia dentro y en ese caso, se genera el suicidio. Es interesante que también la persona que realiza el acoso, el bullying, también tiene alto índices de suicidio debido a que por lo general viene de un ambiente de tóxico, de padres golpeadores, de acceso a armas y sustancias, por lo cual se incrementa también en este caso el riesgo de suicidio.
¿Hay estrategias para su detección?
-En caso de extremo puede darse el suicidio, y el suicidio en general está muy asociado con alteraciones en la conducta y con depresión. Por lo cual, para detectarlo tenemos que ver cambios en la conducta, en la escuela, peleas frecuentes, baja en el rendimiento en el estudio, falta de concentración y también síntomas como tristeza, aplanamiento que el chico se vuelva retraído. Nos tiene que llamar la atención e intervenir para prevenir un posible riesgo suicida.
¿Cuáles son las víctimas más frecuentes en la mayoría de los casos?
-En general las víctimas de bullying suelen tener características particulares, que tienen que ver con cierta timidez, introversión, ciertos aspectos físicos, ser muy delgados o con mucho sobrepeso, el uso de anteojos o algún tipo de discapacidad. Son víctimas frecuentes por la vulnerabilidad que presentan y sobre todo los chicos que están más aislados y que no tienen la contención necesaria de un grupo o de la familia suelen ser los más vulnerables ya que frente a un ataque puede ser que se queden callados, que no lo manifiesten. Por eso, es importante educar a los chicos para detectar rápidamente si están sufriendo algún tipo de acoso y poder mencionárselo a sus padres, a los maestros, a los compañeros con tal de frenar este acoso antes de que se prolongue. Muchas veces suele durar meses o años el acoso.
También está el ciberbullying.
-El modo de acoso más frecuente en la actualidad es el ciberbullying, el ciberacoso, que se da en las redes sociales, que tiene características particulares, porque ahí sí que el acosador puede ser cualquiera, no es como cuando es el más grandote o el más violento, puede ser cualquiera de los compañeros, puede ser varón, mujer, ya que la distancia que te dan las redes de esa persona te hace deshumanizarla, por lo cual, cualquiera acosa en las redes sociales. Otra característica es que el acoso sale de la escuela, no es solamente en el horario de la escuela, sino que son las 24 horas que esta persona puede estar recibiendo acoso de una persona, de varias personas o de todo un grupo. Últimamente se ha hecho bastante popular que un grupo en particular acose a un solo chico, lo cual muchas veces trae lesiones de la autoestima y muchas veces es muy difícil frenar este tipo de acoso.
¿Qué se recomienda?
-Si estás sufriendo algún tipo de acoso, es importante que puedas identificar la situación, que busques apoyo, que establezcas límites y que priorices tu bienestar. No dudes en buscar la confianza de un adulto, de un profesor, de un consejero, de algún amigo y contarle. El primer paso es reconocer la situación, identificar que estás siendo acosado, el siguiente paso es buscar apoyo sobre todo en personas que tengas mucha confianza y después tomar acción, establecer límites, aprender a decir que no, a tomar distancia, evitar el aislamiento, hablar con personas y sobre todo tratar de promover ambientes que sean saludables y donde te sientas protegido y contenido, y no donde terminen lesionando toda tu autoestima constantemente.
