La entrenadora y jugadora de Primera A, del Club Deportivo Colón, Milagros Díaz, trazó su balance anual tras una temporada intensa y llena de aprendizajes.
El año deportivo cerró con un balance ampliamente positivo para el club. A lo largo de la temporada se alcanzaron varios de los objetivos propuestos a comienzos del año, y se vivió un importante crecimiento tanto en la cantidad de jugadoras como en la consolidación de los distintos equipos.
“El balance es súper positivo. Sumamos más gente, logramos tener diez equipos y eso habla del crecimiento sostenido que estamos teniendo”, destacó Milagros Díaz.

Crecimiento y compromiso en todas las categorías
Las categorías Sub-10 y Sub-12 tuvieron un año sobresaliente. “Empezamos con muy poquitas nenas y terminamos con equipos completos en ambas divisiones”, explicó.
En Sub-14, el desafío continúa siendo sumar más jugadoras. Aunque no se alcanzó el mínimo requerido, se pudo presentar el equipo con el apoyo de las chicas de Sub-12.
En cuanto a Sub-17, la entrenadora reconoció que fue una categoría difícil: “No se logró el objetivo de tener una plaza en la liga. Nos faltó una hora específica de entrenamiento, ya que compartían espacio con otras tres categorías”. A pesar de eso, el equipo se mantuvo entre los cuatro primeros puestos, demostrando compromiso y progreso.

Primera A: un cierre de año con orgullo
La categoría Primera A fue, sin dudas, una de las grandes protagonistas. Luego de haber conseguido el ascenso tras el campeonato en Primera B, el equipo se propuso mantenerse entre los primeros puestos en su debut en la máxima división.
“El objetivo era estar entre los cuatro primeros, y se logró. Jugamos por el tercer puesto, y aunque no pudimos subir al podio, fue un partidazo. Estuvimos incompletas, con cuatro jugadoras muy importantes que no pudieron estar, y aun así perdimos solo por cinco puntos. Estoy muy orgullosa del grupo”, resaltó al respecto la DT.

Desafíos para el próximo año
Uno de los principales desafíos señalados por la entrenadora es la falta de espacio físico para los entrenamientos: “Hay días en que coinciden cuatro categorías en la misma hora, es imposible trabajar así. Ojalá el año que viene podamos organizar mejor los horarios y darle a cada grupo el tiempo que necesita”, comentó en este sentido la coach.
El crecimiento no se detiene
El balance también incluye las categorías Maxi y Masculino, ambas con aspectos positivos. El equipo masculino tuvo un año irregular, con altibajos y algunas bajas, pero logró mejorar su posición final. En tanto, el grupo Maxi —que no tuvo competencia oficial este año— se mantuvo activo y unido, siendo una parte fundamental del proyecto deportivo.
Además de su rol como entrenadora de todas las categorías, Milagros Díaz volvió a jugar en Primera A, luego de haber sido parte del equipo campeón de Primera B el año anterior.

Un cierre con optimismo
“Más allá de los resultados, lo importante es que seguimos creciendo, que los grupos están comprometidos y que se ve el trabajo. Fue un año muy positivo y ya estamos pensando en cómo seguir mejorando para el próximo”, concluyó con entusiasmo Díaz.


