El malestar crece y los clubes de Misiones, a través de las redes y los medios de comunicación lo hicieron saber. La intervención, nuevamente, de la Unión Argentina de Rugby (UAR), que dejó sin efecto el cambio de fecha del partido entre San José y Tacurú. Finalmente se jugará el domingo 29.
En uno de los diarios más importantes de la provincia vecina, un informe destacaba el mal accionar de la Urne, «el grado de animosidad de la Unión del Nordeste (Urne) en contra de su par de Misiones (Urumi) volvió a quedar de manifiesto, con la programación arbitraria del partido entre Tacurú y San José, por la Movilidad del Regional, sin notificar la decisión al club posadeño y no respetar el acuerdo previo entre los clubes».
Las diferencias que mantiene la Urne con su par de Misiones Urumi volvieron a sumar un nuevo capítulo con la decisión de la entidad integrada por chaqueños y correntinos de programar, en forma arbitraria, el partido por la Movilidad A-B del Regional del Nordeste entre Tacurú y San José de Asunción (Paraguay).
La fecha original para el duelo entre el campeón del Regional B, Tacurú, y el último del Súper 10, San José, era el 20 de agosto pasado. Pero el club paraguayo pidió la postergación del encuentro, aduciendo que tenía jugadores afectados al Seleccionado de Paraguay, situación que se repitió durante los sucesivos fines de semana a la fecha original.
Por esta razón, los clubes involucrados acordaron jugar el mencionado partido el último fin de semana de octubre (domingo 29), teniendo en cuenta además que varios jugadores de Tacurú iban a asistir como espectadores al Mundial en Francia, que se está jugando actualmente.
Hasta ahí, todo bien, hasta que en forma intempestiva la Urne programó el partido para el sábado 7, sin haber notificado previamente al club misionero.
Ante el reclamo de la «Hormiga», la entidad que reúne a correntinos y chaqueños adujo que debía jugarse para poder cerrar el presupuesto de kilometraje (distancia que deben recorrer los equipos participantes en el Regional) para la temporada 2024, cuando en realidad -según reglamento- se puede cerrar el kilometraje y hacer un prorrateo para el año que viene una vez definida la plaza, que puede ser Posadas o Asunción, según el resultado del partido en cuestión.
Este nuevo atropello de la Urne hacia un club de Misiones, programando en forma unilateral, designando árbitros, día y hora para el partido, provocó la reacción de Tacurú, que realizó una presentación ante el presidente de la Urumi, Miguel Ojeda, quien a su vez elevó el reclamo pertinente a la UAR.
Al analizar la situación y considerar correcto el reclamo del club misionero, la entidad madre del rugby argentino decidió hacer lugar a lo solicitado y retrotraer la fecha del partido a la que había sido acordada, en su momento, por los clubes, es decir al último fin de semana del mes en curso.
Total animosidad
El informe de la prensa misionera continúo, «el proceder de la Urne, en los últimos tiempos, para con la Unión y los clubes de Misiones deja en evidencia un elevado grado de animosidad, con constantes «pases de facturas» en todo tipo de decisiones. Desde impedir a sus clubes compartir encuentros de rugby infantil con los misioneros, hasta «cocinar» el fixture para Capri en el Súper 10 con tres viajes a Asunción (dos veces para enfrentar al mismo rival) y programar en forma unilateral el partido de Tacurú.
Además, hay un rumor dando vueltas que dice que el torneo de la Unión del Paraguay (URP), que otorga dos plazas para el Regional NEA (este año participaron Curda y San José) podría sumar un cupo más para la temporada 2024, en detrimento de los clubes de Misiones y Formosa, que cuentan con una sola plaza en la división superior y deben disputar el ascenso para poder acceder, no sin antes disputar la movilidad ante un equipo de la categoría superior, que siempre cuenta con ventaja deportiva.
Gran evidencia
Dentro del constante desafecto de la Urne contra Misiones, quedó en evidencia que al club paraguayo se le había notificado con anticipación el cambio de fecha del partido de la movilidad para este fin de semana, por lo que San José ya había reprogramado para jugar entre semana su compromiso del torneo local paraguayo, y así enfrentar el pasado sábado 7, como local a Tacurú.
Esto, que llegó a oídos del club de Villa Lanús como un rumor, fue confirmado y generó un gran malestar por la decisión tomada por la Urne, que no notificó formalmente al club posadeño de la realización del partido y solamente envió el programa ya elaborado, con la designación de un árbitro correntino y jueces de touch de Paraguay.
Ante este panorama, y sabiendo de antemano que lo quieren «cocinar», Tacurú solicitó que los jueces de touch no sean los dos del Paraguay, que al menos uno sea de Misiones, además de pedir un veedor de la UAR para el partido.
Si bien la situación sigue siendo adversa, luego de la decisión de la UAR de respetar la fecha acordada por los clubes para el partido, Tacurú siente alivio y como que ganó una pequeña batalla en medio de la guerra planteada desde la Urne hacia Misiones.
El hecho de jugar el último fin de semana de octubre le permitirá poner a punto el equipo, programar bien el viaje a Asunción con toda la logística que implica, y poder competir para buscar el pase al Regional A.
El inicio
del conflicto
La bronca de la Urne hacia Misiones surgió cuando se eligió al nuevo Consejo Directivo de la UAR y la entidad conformada por Corrientes y Chaco perdió representatividad, debido a la dirigencia que se durmió y no fue a la cita en Paraná, y el que ingresó en la mesa chica, vocal titular, fue el misionero Bruno Núñez (expresidente de la Urumi) en un lugar que venía ocupando la Urne, que dicho sea de paso, se quedó sin representantes en el Consejo Directivo, ya que como revisor de cuentas quedó el formoseño Alfredo Fernández Bedoya.
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