Matías Sosa tiene sólo 19 años, y con sus obras pintadas sobre lienzo con acuarelas y acrílicos lleva adelante una rifa solidaria. ¿El motivo? Cumplir un sueño, el poder abrir un taller de arte sin fines de lucro.
«Es para que las personas puedan aprender a pintar, sea de una forma diferente y que puedan tener un oficio más adelante», comentó el joven en diálogo con EL LIBERTADOR. Además, explicó que el mismo no tendrá límite de edad, será gratuito y también tiene como objetivo «ayudar a los chicos para que puedan salir de la calle, y que en las vacaciones tengan un lugar para divertirse y se sientan contenidos», resaltó.
Mediante sus redes sociales, el artista ofrece los números del sorteo a un valor de 400 pesos. El mismo se realizará el sábado 10 de diciembre por quiniela; donde el primer y segundo premio son un lienzo pintado con acrílicos, de diferentes tamaños; y el tercero es una pintura enmarcada realizada sobre papel prensando.
«La rifa es más para conseguir los materiales, y muchas personas están ayudando, están donando y estamos recibiendo donativos para poder hacer esto», dijo.
Para los interesados en adquirir un número, se podrán contactar mediante el celular 3795-020-650, y en Instagram como Milagros en el arte (@milagrosenelart).
COLABORACIONES
A su vez, para aquellos con intenciones de ayudar con materiales, el joven señaló que podrán hacerlo «con lo que se pueda, sea acrílicos, pinturas de todo tipo, también se pueden donar pinceles, lienzos, maderas para hacer los cuadros, con todo lo que pueda ayudar».
LUGAR DE TODOS
«La semana que viene estamos queriendo hablar en la tele un poco de eso, de empezar a construir, comprar los materiales, y que la gente pueda ayudar con lo que sea», aseguró.
Asimismo, el joven anhela abrir las puertas solidarias en diciembre: «Capaz, con lo primero que se consiga, finalizando el próximo mes, estamos viendo eso», expresó.
Pasión y fe contada en primera persona
En la edición del 9 de octubre, en este medio, el joven artista contó su historia de esperanza reflejada a través del arte. De cómo, de un día para el otro, una enfermedad autoinmune comenzó a dejarlo ciego, de pasar 17 veces por el quirófano, de perder la visión del ojo izquierdo y que una válvula le permitió salvar y devolverle parte de la visión en el otro. «Siempre que pasa algo malo va a venir algo bueno después. Yo creo en Dios y sé que de todo lo malo siempre sale algo bueno. Es como que hay una enseñanza, pero primero está el camino por el que hay que pasar para aprender y poder enseñar después», remarcó.
Su vinculación con la pintura viene de chiquito, a los 8 años, pese a las dificultades puestas en la vida, Matías no bajó los brazos y hoy en día sobresale con su talento. «Me gusta mucho la pintura porque los colores me encantan. Poder verlos es algo muy hermoso, es vida. Cuando se mezclan es un milagro. Tocás algo acá, tocás otra cosa allá y lo unís y sale algo nuevo y es maravilloso. Es algo que no se puede explicar», enfatizó.
Para concluir, dijo que «para mí es un milagro haber podido pintar estando casi ciego. En cada uno de mis cuadros está él. En cada una de mis pinturas, dejo un mensaje de él, para ayudar a otros a salir adelante».
De agradecimiento
Con el paso del tiempo, el joven artista siempre busca la manera de agradecer a las personas que lo acompañaron y apoyaron en sus momentos difíciles. En esta ocasión, Matías habló desde fuera de lo político y le obsequió, la semana pasada, un cuadro representativo a Juan Enrique Braillard Poccard. Donde dijo que «cuando estuvimos muy mal, él vino un día y nos trajo medicamentos y nos ayudó mucho con pasajes y otras cosas que nos hacían falta».
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