Ayer se realizó un operativo policial en un campo donde se hallaron 95 ejemplares con marcas superpuestas. En otros dos establecimientos, otros seis vacunos quedaron bajo custodia judicial. Empresarios ganaderos y empresas consignatarias, deslindan responsabilidades. El ovillo de la madeja recién parece empezar a desenredarse.
20-CONTRATAPA-1Nuevas revelaciones van trascendiendo de las actuaciones judiciales que se realizan para dilucidar un masivo robo de ganado en el Sureste de la provincia, en los alrededores de Tapebicuá. En la antevíspera, una comisión policial realizó una inspección ocular en varios campos de esa zona.
Por disposición del fiscal actuante de Paso de los Libres, Facundo Sotelo, el procedimiento fue encabezado por el comisario general Claudelino Sotomayor secundado por los comisarios mayores Juan Ramón Lima, Luis Alberto Sánchez y Leandro Vignolles.
El operativo estuvo apoyado por personal especial de la Policía provincial, nucleado en una fuerza denominada Unidad Especial de Seguridad Rural y Ecológica, con asiento en las ciudades de Paso de los Libres y Curuzú Cuatiá. El contingente estuvo reforzado con la participación de médicos veterinarios y personal de Marcas y Señales de las mencionadas dependencias policiales.
En primer lugar se constituyeron en el establecimiento «La Katita», propiedad de Juan Cabral, donde inspeccionaron un total de 104 cabezas de ganado vacuno. De ese grupo de animales, se constató que 93 novillos y dos vaquillonas tenían la marca de la señora Carmen Zugasti, y de ese total, 32 novillos tenían superpuesto el diseño de marca del señor Elías Ruiz.
Por disposición del fiscal Sotelo, esos 95 animales en situación irregular fueron trasladados a un establecimiento bajo administración del médico veterinario Tulio Aqcuarone, nombrado en tales actuaciones como depositario judicial de esas cabezas.
Posteriormente, la comisión policial se constituyó en un potrero del establecimiento «La Itatí». Allí se inspeccionaron tres vaquillas con marca líquida de la señora Zugasti, aunque dos de ellas tenían superpuesta la marca de Elías Ruiz.
Desde allí se trasladaron luego al establecimeinto «El Gato», detectándose también allí animales con la marca de Zugasti y de Elías Ruiz.
En definitiva, de los procedimientos realizados se determinó que 101 animales queden bajo custodia judicial hasta tanto se determine fehacientemente su procedencia y verdaderos propietarios. En tanto, el ingreso al establecimiento «La Katita» (el primero de los inspeccionados) quedó bajo custodia policial hasta tanto se haga la entrega definitiva de los semovientes.
DISCULPAS
Por su parte, la empresa consignataria UMC-Haciendas Villaguay emitió un comunicado informando que en un remate realizado el 1 de diciembre del año pasado, Elías Ruiz había envido 160 terneros de un lote ubicado en Paso de los Libres, que la firma aclara que «no eran de su propiedad ni podía disponer de ellos».
Llegó a esa conclusión, porque los animales tenían sobremarca y estimó que las guías serían apócrifas. Tras darse intervención a personal policial, se constató que, efectivamente (afirma la empresa) tales cabezas pertenecían al ganadero Pedro Gassiebayle.
El comunicado concluye con el compromiso de UMC-Haciendas Villaguay «a redoblar esfuerzos para que estos inconvenientes -poco comunes- no ocurran más».
También a través de un comunicado (ver solicitada) la tradicional firma Reggi y Compañía explicitó su total desvinculación con el ciudadano Mariano Morales, cuyo nombre salió también a la luz en el marco de los negocios espurios en el ámbito ganadero.
Otra exposición empresaria
Otro empresario ganadero, Carlos Pablo Cristiani, propietario de un campo denominado El Picón en jurisdicción de Curuzú Cuatiá, se presentó a la autoridad policial para exponer una situación que también podría dar motivo a una investigación.
Expresó Cristiani que había realizado un contrato de capitalización de ganado con el señor Mariano Morales, con animales con marcas de éste. A fines de diciembre, Morales le pidió por teléfono trasladar parte de las cabezas hacia el campo de Criatiani, lo que el expositor autorizó.
Sin embargo, luego constató que dichos animales no tenían la marca de Morales, sino otra, aunque contó con la promesa de Morales que luego iba a marcar.
En ese ínterin, Cristiani se informa por los medios (entre ellos, EL LIBERTADOR) que el nombre de Morales aparecía involucrado en movimiento non sanctos con el ganado.
Ante esta circunstancia, Cristiani se ofreció a la Justicia para que visite su campo y a ofrecer su testimonio para contribuir al esclarecimiento de posibles ilícitos.
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