Por Noelia Irene Barrios
EL LIBERTADOR
Un perro gigante, flaco, con colmillos enormes, que a veces se para en sus patas traseras, que aparece en noches de luna llena, que se lo espanta con un crucifijo o se mata con balas de plata… Estas son sólo algunas de las tantas referencias que brinda la cultura popular de la región cuando se habla del Lobizón. Se trata de las mismas características que figuran en relatos de diferentes partes del mundo sobre el hombre lobo, la versión europea del ser mitológico argentino. Son precisamente estas coincidencias que perduran a lo largo del tiempo el motivo de discusión entre los que creen y los que no en el monstruo local.
«No me cabe la menor duda de que el Lobizón existe. En Corrientes hubo médicos, sacerdotes y pseudo exorcistas que trataron la cuestión de la licantropía. Incluso en la provincia hay tumbas con inscripciones en latín, que era considerada la lengua santa, porque se creía que la persona enterrada allí podía convertirse», dijo a EL LIBERTADOR el abogado, docente, investigador y escritor, Enrique Galiana.
Fuente de consulta en cuestiones de lo paranormal en la provincia, el investigador respondió sobre el revuelo que se generó en los últimos días con la viralización de un video filmado en el barrio Dr Montaña, el que supuestamente aparece el ser mitológico. «Hay algo que no se puede negar y es que estas apariciones se registraron a lo largo de la historia en distintas partes del mundo. Algunos lo consideran una enfermedad mental, otros piensan que es producto de un pacto con el Diablo o que es una maldición que recae sobre ciertas personas. En todos esos casos hay similitudes que no se pueden negar, además de los testimonios de gente que dice haberse cruzado con este ser», explicó.
Galiana recordó algunos registros que van de la Antigua Grecia, hasta textos de Miguel de Cervantes y Sigmund Freud en los que se trata el tema de la licantropía. El autor de los seis tomos de «Aparecidos, Tesoros y Leyendas en Corrientes», también insistió en remarcar las similitudes que tienen esas historias, cuando se refieren a los licántropos. «Hay que considerar al menos el hecho de que a lo largo del tiempo y a través de distintos lugares, haya tantas coincidencias», agregó, haciendo referenecia al porqué de la vigencia de este mito.
En el caso de Corrientes y los registros fílmicos que aparecen cada tanto y reviven la leyenda, el investigador mencionó algunos datos reveladores. «En Corrientes hubo varios hombres a los que se acusó de convertirse en Lobizón, por eso hay mucha gente que cree. Yo creo que existe, por lo que la gente cuenta y por las cosas que se hacían, por ejemplo, para evitar el nacimiento de los séptimos hijos varones o las séptimas hijas mujeres. Son prácticas que no se publicaban, pero sobre las que había consenso para impedir que se replique la maldición», relató.
La discusión entre escépticos y creyentes se reavivó con la filmación en el barrio capitalino. Un video de menos de un minuto que llegó a medios de alcance nacional, e incluso fue replicado en diarios del Paraguay.
Entre los comentarios había burlas, pero también testimonios de gente que dice haber visto o conocer a alguien que vio al Lobizón. Para estos casos, hay una frase siempre vigente: «Las brujas no existen, pero de que las hay, las hay».
Tumba misteriosa
En una edición del año pasado de EL LIBERTADOR, se mencionó que en la ciudad de Mercedes existe una tumba que provoca miedo y admiración. Se trata de un bloque en cemento que advierte que allí yace un Lobizón. Está escrita en latín y la traducción es la siguiente: «Camina sin miedo entre perros que ladran y muere como mártir entre el pueblo afligido por el hombre lobo».
.

