La ex interventora de Corrientes, Claudia Bello reapareció en un nombramiento de Alberto Fernández que sorprendió a propios y extraños, tras designarla al frente de Arsat, la llamada Empresa Argentina de Soluciones Satelitales.
Se trata de una ex funcionaria menemista, histórica dirigente peronista que supo mantenerse distante del kirchnerismo, y que nunca cortó relaciones con referentes estratégicos como Gustavo Béliz, Francisco De Narváez y Daniel Scioli.
Bello supo estar en el candelero nacional en varias oportunidades, una de ellas, recordada por los correntinos, en su paso como Interventora federal, cargo que le dio renombre nacional y que ejerció entre 1992 y 1993. Luego, en 1999, quedó en la picota por irregularidades en torno al fenómeno Y2K, ya que gastó 9 millones de dólares en una campaña de difusión contra los efectos del fenómeno informático que -se temía- iba a afectar el sistema mundial al ingresar al nuevo siglo.
Hoy, con 61 años vuelve al ruedo, en otra apuesta de Alberto Fernández de intentar rodearse de alfiles propios, quedando por ver cómo jugará la ahora titular de Arsat.
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