La ciudad de Corrientes enfrentó en las últimas horas las consecuencias de un fenómeno meteorológico extraordinario que, en poco más de un día, superó ampliamente los registros históricos para esta época del año. Según los datos oficiales, el acumulado de lluvia alcanzó los 340 milímetros en un lapso de 35 horas, entre el domingo y el mediodía de ayer, una cifra que contrasta drásticamente con la media histórica de 173 milímetros para todo el mes de diciembre que reporta el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Este volumen de agua, que representa casi el doble de lo que habitualmente llueve en 31 días, provocó el colapso de los sistemas de drenaje y una saturación del suelo sin precedentes recientes.
La magnitud del temporal, con picos de intensidad de hasta 100 milímetros en solo una hora, dejó a gran parte de la Capital bajo agua. «La recurrencia de lluvia fue extraordinaria. En la Capital se tolera 40-45 mm para que funcionemos bien y como los valores fueron en aumento esto fue complicando la situación», explicó el intendente Claudio Polich, tras recorrer las zonas afectadas. Los barrios San Ignacio, La Olla, Costa Esperanza y Pirayuí se encuentran entre los más perjudicados, con viviendas anegadas y calles intransitables.
Ante la gravedad del escenario, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) decidió interrumpir la circulación en avenidas clave como Chacabuco, Maipú, Lavalle, Laprida y Armenia. Asimismo, el servicio de transporte urbano de pasajeros fue suspendido de manera provisoria. Para asistir a los damnificados, se habilitaron dos centros de evacuados en las Escuelas Nº 275 y N° 345, donde ya se brinda contención a más de 150 personas.
En horas del mediodía de ayer, el gobernador Juan Pablo Valdés encabezó una mesa de trabajo en la Casa de Gobierno junto al Gabinete provincial y municipal para coordinar la respuesta inmediata. Valdés calificó la situación como «crítica» y ratificó el envío de asistencia directa consistente en módulos alimentarios, chapas y colchones. Además, el mandatario adelantó que se avanza en una definición definitiva para los conectores fluviales de la ciudad y obras complementarias para descomprimir la cuenca del Pirayuí, que actualmente trabaja al límite de su capacidad.
IMPACTO EN
EL INTERIOR
El frente de tormenta también golpeó con dureza a diversas localidades del Interior provincial, obligando a declarar estados de emergencia y activar operativos de rescate. En Empedrado, el panorama es alarmante: las autoridades locales estiman que el 30 por ciento de la población se encuentra afectada. Unas 30 familias permanecen evacuadas en el camping municipal y comedores comunitarios, mientras que la Provincia debió enviar maquinaria pesada para realizar tareas de zanjeo ante la inoperatividad del parque automotor local.
Por su parte, el Municipio de San Luis del Palmar declaró formalmente la emergencia climática tras registrarse una decena de familias evacuadas, cifra que podría incrementarse debido a la persistencia del mal tiempo. En la localidad de Derqui, el intendente Fabián Gutiérrez reportó que familias de los parajes San Isidro y Paso Quintana se encuentran autoevacuadas y sectores rurales permanecen aislados por daños en la estructura de los puentes.
En El Sombrero, la intendenta Araceli Aponte mantuvo un encuentro con el gobernador Valdés para gestionar recursos técnicos y humanos. La Jefa comunal advirtió que el sistema de desagües actual es insuficiente para lluvias de esta intensidad y solicitó la ejecución de nuevos canales para evitar futuros anegamientos en el casco urbano y las áreas productivas.
Desde el Gobierno provincial se mantiene el monitoreo constante sobre la previsibilidad de las lluvias para los próximos tres días, instando a la ciudadanía a no sacar residuos a la calle y evitar desplazamientos innecesarios.

