La ciudad de Corrientes atraviesa una situación meteorológica excepcional como consecuencia de un intenso temporal que dejó un registro aproximado de 300 milímetros de lluvia acumulada en apenas 30 horas, un volumen que se inscribe dentro de un sistema de lluvias con una recurrencia estimada de 30 años.
Este escenario generó anegamientos en distintos sectores urbanos y obligó a la activación de dispositivos de emergencia para mitigar sus efectos, con un impacto directo sobre la circulación, los servicios públicos y la vida cotidiana de los vecinos.
Ante esta situación, la Municipalidad de Corrientes desplegó un operativo integral para facilitar el escurrimiento del agua en barrios y zonas críticas de la ciudad. Desde las primeras horas del domingo, el intendente Claudio Polich se puso al frente del Comité de Operaciones de Emergencia, desde donde se coordina el accionar de cuadrillas, maquinarias y áreas técnicas municipales con el objetivo de responder de manera inmediata a la contingencia climática.

Como parte de las medidas preventivas y de seguridad, se dispuso el corte de circulación en diversas avenidas y calles que permanecen inundadas, entre ellas Chacabuco desde Lavalle en dirección sur, la intersección de Maipú y Lavalle, Laprida desde avenida Armenia hacia el sur y avenida Armenia a la altura de Estados Unidos. Asimismo, se solicitó a las empresas de transporte urbano de pasajeros la interrupción provisoria del servicio para resguardar a usuarios y trabajadores.
En paralelo, las cuadrillas municipales continúan trabajando bajo la lluvia en distintos puntos de la ciudad para despejar sumideros, cámaras y conductos pluviales, en un contexto adverso por la saturación del sistema de desagües. Desde el municipio se remarcó la importancia de evitar la circulación por calles anegadas o hacerlo con extrema precaución, a fin de prevenir el ingreso de agua a las viviendas y reducir riesgos para la población.
GESTIÓN DE LA EMERGENCIA Y ASISTENCIA PROVINCIAL
Desde el área de Gestión Integral de Riesgos del municipio, José Pedro Ruíz explicó que “el desagüe se hace muy lento porque los conductos están saturados y hay poca absorción del suelo por toda la lluvia que viene cayendo en la ciudad en las últimas horas, por lo que permanece más tiempo en superficie”. En ese sentido, precisó que la infraestructura urbana está diseñada para absorber 40 milímetros de lluvia en una hora, mientras que durante el temporal se registraron 55 milímetros en apenas media hora.


El funcionario agregó que “el domingo por la tarde se repasaron los sumideros y las cámaras como tarea preventiva, pero la gran cantidad de agua caída en tan poco tiempo hace que los canales de desagüe se colapses”, y subrayó que, pese a ello, los equipos municipales continúan trabajando de manera ininterrumpida en la vía pública para reducir los anegamientos.
En este contexto, el Gobierno de la provincia de Corrientes también desplegó un operativo de asistencia a los municipios afectados por el temporal. A través de los ministerios de Desarrollo Social, Obras Públicas, Defensa Civil y otras áreas, se mantiene un contacto permanente con los intendentes para relevar la situación y canalizar la ayuda necesaria. En ese marco, el gobernador Juan Pablo Valdés recibió a la intendenta de El Sombrero, Araceli Aponte, y tenía previsto reunirse con otros jefes comunales y referentes del Comando Operativo de Emergencias para evaluar la situación hídrica general.
El coordinador del COE, Bruno Lovinson, detalló que Vialidad Provincial trabaja con maquinarias para restablecer la transitabilidad en zonas afectadas, mientras que desde el Ministerio de Desarrollo Social se realizan visitas domiciliarias para asistir a las familias damnificadas. Paralelamente, se lleva adelante un monitoreo permanente de las condiciones meteorológicas con el objetivo de anticipar escenarios y activar planes de contingencia en las localidades en riesgo.
IMPACTO EN EL INTERIOR PROVINCIAL
En el interior provincial, uno de los casos más complejos se registra en Empedrado, donde unas 30 familias permanecen evacuadas en el camping municipal y otras reciben asistencia en comedores comunitarios. “El 30% de la población está afectada”, evaluó Iris Romero, referente de Defensa Civil local, quien indicó que los equipos se dividieron en grupos de trabajo y que se elabora un informe actualizado con los datos del relevamiento. Las tareas se realizan de manera conjunta entre bomberos voluntarios, Policía de la provincia, personal de Salud Pública y trabajadores municipales.
Romero destacó la asistencia provincial recibida, señalando que “nos enviaron una retroexcavadora que ha sido de gran ayuda para atender los anegamientos en los barrios”, lo que permitió avanzar con tareas de zanjeo, especialmente en sectores críticos como el barrio 20 Viviendas. También se relevan daños en la zona rural, donde el mayor impacto se registró en El Madregón y Sanjuancito.
En Derqui, el intendente Fabián Gutiérrez informó que se reunió con el ministro de Desarrollo Social, José Irigoyen, para coordinar la asistencia a las familias afectadas. “No son muchas familias, cinco de ellas -del paraje San Isidro y Paso Quintana- se encuentran autoevacuadas en casas de parientes”, explicó, y agregó que otras permanecen aisladas por la intransitabilidad de puentes. La Provincia coordina la entrega de mercadería, la reparación de puentes dañados y la restitución del suministro eléctrico en zonas afectadas.
Por su parte, San Luis del Palmar declaró la emergencia climática, con al menos 10 familias evacuadas y la posibilidad de que el número de afectados se incremente. Empedrado y Paso de la Patria se mantenían entre las localidades con mayor intensidad de tormentas durante la mañana del lunes, mientras continuaba el seguimiento de la situación en toda la provincia.
En El Sombrero, el gobernador Juan Pablo Valdés garantizó la asistencia integral tras reunirse con la intendenta Araceli Aponte, quien planteó la problemática estructural de los desagües urbanos y rurales. La jefa comunal remarcó la necesidad de sumar nuevos canales para mejorar el escurrimiento y señaló puntos críticos como la calle Ñanduvay, donde se desplegaron tareas de limpieza y desagote con bombas. Aponte consideró positiva la intervención rápida ante la emergencia, aunque aclaró que se requieren obras estructurales para prevenir futuras inundaciones.

