Este miércoles, el Tribunal de Juicio de Goya, bajo la figura de juez unipersonal a cargo de Ricardo Carbajal, dictó sentencia contra Cristian Sebastián Dening, condenándolo a cinco años de prisión de cumplimiento efectivo y prisión preventiva inmediata por ser el autor penalmente responsable de una masiva estafa piramidal.
El esquema de fraude, operado bajo el nombre de “Tradeking”, habría generado un perjuicio económico estimado en unos 100 mil dólares, afectando a más de 100 personas en la ciudad.

El fallo judicial, que se conoció tras la audiencia de cesura de pena, determinó la culpabilidad de Dening, de 30 años, cuya condena coincidió con la solicitud del fiscal, Francisco Arrue. Los querellantes conjuntos, en representación de las víctimas, habían solicitado una pena de seis años. Mientras que Gabriela Elizabeth Wihte, madre del acusado, fue absuelta de los cargos.
LA MAGNITUD DEL ENGAÑO
El juicio había comenzado el pasado viernes 17, contando con la declaración de 22 testigos, en su mayoría víctimas de la maniobra. Según la acusación fiscal, Dening orquestó la estafa entre 2021 y 2022, ofreciendo inversiones financieras con la promesa de altas rentabilidades. El joven se presentaba como “CEO y fundador”, además de asesor financiero y trader profesional, a través de la firma «Tradeking».
Sin embargo, se comprobó que Dening no contaba con autorización de la Comisión Nacional de Valores ni con respaldo legal para operar, e incluso había sido calificado por el Banco Central como “persona de alto riesgo de solvencia”. Para mantener la fachada, alquilaba oficinas y usaba comprobantes o pagarés sin membrete. El esquema se configuró como una modalidad piramidal o Ponzi, donde los pagos iniciales a clientes antiguos se realizaban con el dinero de nuevos aportantes, generando confianza para atraer más capital.

El magistrado Carbajal fundamentó la pena impuesta enfatizando la gravedad del hecho y la extensión del daño. Señaló que se trató de un delito continuado, con más de veinte hechos probados, lo que acentúa «la magnitud del injusto».
El juez destacó que Dening explotó el vínculo de confianza que existía con sus víctimas, afectando directamente su entorno familiar y social, llegando a estafar a «amigos de toda la vida». Por estas circunstancias, y aunque el imputado no registraba antecedentes penales, el Carbajal decidió ubicar la pena en el tercio superior del marco legal, justificando la prisión preventiva inmediata.

