Pese a que muchas personas creen que la tuberculosis es una enfermedad que quedó en el pasado, el Ministerio de Salud de la Nación sorprendió hace unas semanas con un alerta para la población. Ocurre que hace aproximadamente cinco años, se mantiene un aumento significativo de casos. Hay dos cuestiones clave que dificultan la lucha contra esta enfermedad: por un lado, la falta de un diagnóstico temprano; y, por el otro, el hecho de que muchos pacientes abandonan y no finalizan con el tratamiento indicado. En Corrientes, la situación no es excepcional y un especialista hizo algunas recomendaciones para la comunidad.
Según había publicado la cartera sanitaria nacional a finales de julio, en lo que va de 2025 se registró un 11 por ciento más de casos que en el mismo período del año anterior. Y, en los últimos cinco años, el aumento fue de un 65 por ciento, coincidiendo también con la llegada de la pandemia del Covid-19.
«Hay un aumento de la tuberculosis en las poblaciones vulnerables. Estamos hablando de personas afectadas por la pobreza, por adicciones o inmunocomprometidos», alertó el docente e investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) y jefe del Servicio de Cirugía de Tórax, Alfredo Ángel Aquino, en diálogo con un programa de Radio Unne.
El especialista advirtió que se trata de una enfermedad de difícil diagnóstico porque «es como una gran simuladora, porque puede tener muchísimos síntomas, depende del órgano que tenga afectado». En ese sentido, explicó ante la emisora que se estima en que más del 80 por ciento de los casos de tuberculosis, la bacteria se asienta en los pulmones, generando determinados síntomas. Entre estos enumeró: malestar, pérdida de peso, tos intensa durante más de tres semanas, dolor de pecho, tos con catarro y hasta con sangre, debilidad muscular, fatiga, fiebre, falta de apetito, sudoración.
CONTINUIDAD
Ya en su comunicado, el Ministerio de Salud de la Nación mencionó que el otro gran desafío para combatir la enfermedad es lograr que los pacientes continúen y finalicen el tratamiento. El proceso puede tomar entre seis meses y un año y según la información recogida, no hay datos de continuidad del tratamiento en el 15,9 por ciento de los casos notificados.
Sobre esa información, el especialista de la Unne agregó que el hecho de no seguir el tratamiento hasta terminarlo puede generar severas complicaciones y afectar no solo los pulmones, sino también otros órganos del cuerpo en casos de tuberculosis extrapulmonar.
«Por otro lado, los pacientes que abandonan el tratamiento o lo siguen de manera irregular continúan siendo fuentes activas de infección, transmitiendo la bacteria a otras personas. Esto extiende la circulación del bacilo en la comunidad y aumenta el número de nuevos contagios», completaron los colegas de Medios Unne.
PREVENIBLE
La información sobre la tuberculosis precisa que es una enfermedad «prevenible y curable». En primer lugar, teniendo el calendario de vacunación al día. «Vacunar a todos los recién nacidos con BCG para prevenir formas graves de tuberculosis, como por ejemplo la meningitis. Es una dosis, antes de egresar de la maternidad. Luego de la aplicación es común que se forme una pequeña elevación de la piel y deje una cicatriz en el sitio de aplicación. Una única dosis es suficiente, independiente que deje o no cicatriz», recuerda el Ministerio nacional.
El organismo agrega otra cuestión fundamental: «Es clave promover el acceso a información clara y precisa sobre la enfermedad, alentar a que quienes presenten síntomas compatibles (como tos persistente, fiebre o pérdida de peso) consulten en los servicios de salud, y brindar apoyo a las personas diagnosticadas para que puedan sostener su tratamiento».

