El miércoles 4, al inaugurar el nuevo Centro de Rehabilitación y la ampliación del Servicio de Internación y Hospital de Día, del hospital pediátrico Juan Pablo II, el gobernador, Gustavo Valdés, entre otras consideraciones, no dejó pasar el merecido reconocimiento a la labor de los kinesiólogos, al igual que la de los enfermeros, en la atención de los pacientes.
En la tarea de brindar mejores servicios, agradeció el trabajo del Ministerio de Salud, el de Obras Públicas y de su Área de Infraestructura Hospitalaria y, fundamentalmente, el de los médicos, sin olvidar a los kinesiólogos «que realizan una gran tarea», en la que junto con los enfermeros «ponen alma, corazón y vida para que todo funcione». Al respecto, informó que se nombraron 48 nuevos profesionales en el centro de salud.
El aplauso para los profesionales de kinesiología, de quienes no siempre se resalta la dimensión que merecen, no se hizo esperar y coincidentemente en esa ocasión la cámara fotográfica del reportero gráfico de EL LIBERTADOR, Luis Gurdiel, los había registrado antes del acto y hoy lo publica en esta página.
Entre ellos, cabe mencionar que se incorporó a la licenciada María Laura Thomas, quien de reconocida trayectoria, ya ejercía su servicio en un Centro privado de rehabilitación y en el reconocido club de rugby, Taraguy.
A todo ello, los pacientes que recibían su dedicación allí, al igual que sus colegas de ese Centro, Lucas Maidana, Bruno Vicentín y Francisco «Pancho» Orzan hace sólo unas semanas, el viernes 15 de noviembre puntualmente, le prodigaron saludos y afecto en el día de su cumpleaños, haciendo un brevísimo alto en el trabajo para posar para una foto, desearle felicidades y éxitos en su nuevo destino y como gesto de reconocimiento por su calidad profesional y humana, tanto como lo ostentan sus compañeros kinesiólogos; los actuales, a los que debe sumarse a José Suárez y otros que en su momento allí desempeñaron la profesión, como Renzo Schiro, Guido Aquino y José Alegre.
Cuán trascendente es el rol de los kinesiólogos, que como proveedores de rehabilitación llevan la mayor calidad de vida posible a toda persona, de todas las edades, en una paciente tarea que se corona, las más de las veces en una relación de afecto y amistad con quienes reciben su invaluable dedicación.
Por Eduardo Hernández
Comunicador Social, diario EL LIBERTADOR.
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