Cuando la araña ficho por el Manchester City pocos auguraban la eclosión que tendría meses después con la selección, hasta el punto de ser una de las piezas básicas para la obtención de la ansiada Copa del Mundo en Qatar. Con la conquista de la Champions con su club ha abrochado una temporada inmejorable en cuanto a títulos, pero tiene un problema llamado Haaland para disfrutar de una titularidad que sería segura prácticamente en cualquier otro equipo del mundo.
Julián Álvarez pese a partir de teórico suplente de Lautaro Martínez acabó quitándole el puesto, y firmando unas muy meritorias cuatro dianas en el torneo, que tienen más valor todavía si consideramos que no comenzó el mundial en el once de partida de Scaloni.
Para el recuerdo de los aficionados argentinos quedarán para siempre sus dos tantos frente a Croacia en las semifinales que supusieron el 2-0 y el 3-0. Pero más allá de las estadísticas, dejo en el aire el aroma de gran ariete, revestido de todas las cualidades que precisa un 9: potencia, instinto y capacidad de resolución, con un desparpajo impropio de alguien de su edad en unos partidos de la máxima exigencia, en los que se siente en el cogote la respiración ansiosa de todo un país.
Una temporada de ensueño
Además, por si fuera poca cosa el cetro mundialista, con su club se alzó con un doblete de Premier y Champions, siendo esta última copa particularmente anhelada para los cityzens por ser la primera, que ha supuesto también la del reencuentro de Guardiola con el máximo galardón continental que no había vuelto a conquistar desde su salida del Barcelona.
Por condiciones técnicas, físicas y de carácter, con la araña estaríamos ante un portento llamado a capitalizar en un futuro todas las apuestas deportivas para ganador del balón de oro durante muchas ediciones.
Pero hay un obstáculo para su futuro, que tiene 1,94 m de altura, nombre de dios vikingo y una facilidad ante el gol que remite a los grandes delanteros de la historia. Hablamos como ya se sabe de Erling Haaland, fichado por el Manchester City en una operación que rebasó los 300 millones de euros.
La temporada de Julián Álvarez en cifras
Tener que competir con uno de los mejores jugadores de Europa obviamente supone un freno a la progresión de la araña, por más que los números hayan sido bastante buenos al anotar 17 goles en 49 partidos, 30 de ellos en la Premier League, de los que tan solo fue titular en 12.
El problema para Julián Álvarez (aterrizado apenas 6 meses antes que Haaland con una competencia para el puesto mucho más asequible) no es tanto que Guardiola no le haya dado bola, como que le haya hecho quedarse en el banco en todos los partidos importantes, incluyendo finales como las de la FA Cup o la Champions, y también los choques de los cruces relevantes de la competición (en las semifinales contra el Real Madrid salió en el minuto 89 del partido de vuelta, lo que no le impidió marcar en el descuento).
Así, no es que haya jugado muchos menos minutos que Haaland, sino que también está a bastante distancia de otros atacantes que no son para nada titularísimos como Mahrez o el propio Grealish.
Pensando en clave de futuro
De momento Julián Álvarez ha cortado de raíz todas las especulaciones sobre su futuro, manifestando su deseo de permanecer en el club mancuniano y obviando los cantos de sirena que le han llegado de importantes equipos como el Bayern de Munich, e incluso el Real Madrid. Estos últimos a tomar con bastante cautela considerando que todavía está en el aire el futuro de Mbappé, y no sería cuestión de huir de la sartén para caer en las brasas. Si bien, la compatibilidad futbolística con el astro francés sería mayor que con el noruego, un 9 puro no ubicable en los costados, aunque tampoco habría que obviar que en la delantera del Real Madrid pulula también un tal Vinicius.
A la hora de precipitarse en una salida de Manchester que no sea en las condiciones ideales, también habría que tener en cuenta que las temporadas siempre son largas, y en Inglaterra más, al disputarse al 100% múltiples competiciones ante unos equipos cuyo nivel promedio es bastante mayor que el del resto de campeonatos europeos.
A lo largo del año hay lesiones, sanciones, necesidades apremiantes de descanso, rotaciones… y tampoco es descabellada la posibilidad de que Guardiola pueda alinear a ambos nueves en algún choque puntual. Asimismo, también puede ser un estímulo para la araña seguir un año más aprendiendo del mejor entrenador del mundo…
El problema va a venir cuando se quede en el banquillo en las citas importantes, con el recuerdo todavía fresco de los partidos de gloria que provocaron la euforia de todo un país al unísono.
Pero, todo tiene su momento, y no hay que anticipar nunca las sensaciones negativas antes de que vengan. De manera que si llega un punto que se siente estancado y desea gozar de un protagonismo acorde a su calidad y méritos, ni Guardiola por filosofía ni el club por intereses van a suponer un obstáculo para que su talento pueda tener una floración completa.

