En un emotivo acto celebrado en la Legislatura de Corrientes, el destacado artista visual, coleccionista y fundador de Ñande MAC, fue honrado con el Mérito Civil, una distinción otorgada por el Supremo Consejo Federal del Grado 33 para la República Argentina. Este reconocimiento subraya su invaluable aporte a las Bellas Artes, así como su firme compromiso con la cultura y la educación.
El artista visual y fundador de Ñande MAC, Luis Niveiro, recibió el sábado 24, en la Legislatura de Corrientes el Mérito Civil que otorga el Supremo Consejo Federal del Grado 33 para la República Argentina, reconocimiento con el que la organización destacó su firme compromiso con la cultura y la educación, así como también el impacto de su labor en las Bellas Artes.
Durante su discurso de aceptación, Niveiro reflexionó sobre la naturaleza filantrópica de su causa y la relevancia de asumir riesgos para construir historia. Resaltó cómo un grupo de amigos decidió emprender un proyecto que hoy empieza a dejar su huella: el Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes. Finalmente, agradeció al Poder Legislativo por haber dado vida institucional en 2019 con una ley a Ñande MAC dentro de la estructura orgánica del Instituto de Cultura de Corrientes (ICC) y al gobernador, Gustavo Valdés, por garantizar su construcción, en pleno desarrollo sobre San Juan y 9 de Julio de la Capital, en el ex Banco de Corrientes.
«Sin riesgo no hay historia», afirmó Niveiro, al dar su discurso, subrayando que «la existencia humana precede a la esencia», y que «es a través de la libertad» y «el actuar para los demás» que se define «quiénes somos». «Sin riesgo, no hay historia. Un grupo de amigos, ciudadanos correntinos, arriesgamos en un proyecto que hoy, creemos, está comenzando a hacer historia. La existencia del ser humano precede a la esencia; es decir, primero existimos y luego definimos quiénes somos. Este grupo de amigos ha decidido ser libres mediante la construcción de un proyecto», enfatizó, remarcando: «Somos eso: ejercemos nuestra libertad en el hacer y en el hacer para el otro, pero bajo un paraguas de protección y responsabilidad, y por allí vamos».
Asimismo, Niveiro destacó que la libertad se construye a través de la curiosidad, la cual conduce al conocimiento. Este, a su vez, mediante el error y la duda, acerca a la humanidad a sus metas. Aunque reconoció que el camino no es sencillo, insistió en que el verdadero desafío no es alcanzar la cima, sino levantarse tras cada caída, aprendiendo con amor y pasión. «Cuando algo se hace por los demás y es útil, algo interno nuestro se transforma», expresó con convicción.
Continuó profundizando: «La libertad se construye, en primer lugar, siendo curioso en la vida. La curiosidad nos lleva al conocimiento, y a través del error y la duda, intentamos alcanzarlo. Esa meta del conocimiento nos hace más libres. Sin embargo, no es fácil. El verdadero reto no es llegar y estar arriba, sino levantarse cada vez que uno cae, aprendiendo con amor y pasión en ese proceso de hacer. Cuando algo se hace por los demás y es útil, algo interno en nosotros se modifica», señaló.
El artista también hizo hincapié en la importancia de soñar y de no perder de vista que vivir es una oportunidad. Subrayó que «el mundo cambia con el hacer, con el ejemplo, no con la opinión», enfatizando en la necesidad de concretar acciones y de utilizar tanto la riqueza como lo valioso en la construcción de proyectos.
Al respecto, mencionó: «Cuando se aprobó la ley, expresé: ‘Hace un año se materializó un sueño; ahora necesitamos un millón de soñadores para seguir construyendo el proyecto. Los proyectos no terminan nunca. Ya estamos pensando en expandir el museo’. Entonces, lo primero es soñar, sin perder de vista que vivir es una oportunidad. El mundo cambia con el hacer, con el ejemplo, no con la opinión. Las cosas deben hacerse, concretarse. Debemos utilizar la riqueza y lo valioso; la riqueza proviene de lo que existe, y lo valioso, de lo que no existe», resaltó.
EL PROYECTO DEL MUSEO DE ARTE
CONTEMPORÁNEO ÑANDE MAC
El discurso de Niveiro giró en torno al proyecto del Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes (Ñande MAC) y su objetivo de enaltecer los valores del arte, la cultura, la educación y la formación cívica en tolerancia, diálogo, libertad y pensamiento crítico.
En sus palabras, se preguntó: «¿Qué necesita como estímulo el ser humano?», para luego responder: «Curiosidad, pensamiento crítico, creatividad, trabajo en equipo, comunicación, amor en lo que hacemos, pasión, empatía y confianza en el grupo. Ahora bien, es a partir de la palabra que se construye el conocimiento. Educar no es adoctrinar, sino aprender a pensar por uno mismo. Un país no es rico por tener petróleo, alimentos o tierras fértiles, sino porque tiene educación. Un pueblo educado es un pueblo rico».
Además, afirmó: «La música, la educación física, las artes plásticas y las matemáticas posibilitan aprender cualquier cosa. La educación desarrolla la imaginación, que es más importante que el conocimiento», sosteniendo que «la imaginación es infinita, mientras que el conocimiento es limitado. La lógica te lleva del punto A al punto B, pero la imaginación te lleva a todos lados. La educación tiene que ver también con el hacer; si hay voluntad en el hacer, hay camino. Educar también es convertir a alguien en persona. Debemos educar para cooperar y ser solidarios, entonces habrá paz. Si educamos sólo para competir, educaríamos para la guerra, como dijo María Montessori. Y para aquellos que piensan que la educación es cara, los invito a invertir en la ignorancia».
El museo, el arte
y la sociedad
Niveiro destacó el papel fundamental de los museos como espacios democratizadores y de justicia social, y subrayó la necesidad social del arte, así como su capacidad para transformar a las personas.
«¿Por qué el museo?», se preguntó. «Primero, porque hay un acervo patrimonial fundacional de obras donadas. Además, en los museos muchas veces no nos sentimos representados, y eso hay que cambiarlo. En ellos, por lo general, se cuenta la historia de los vencedores y no se escucha el relato de los vencidos. Sin embargo, eso está cambiando. Así, el museo contemporáneo se ha convertido en un lugar democratizador, donde se piensa, se reflexiona y se disiente. También se ha transformado en un instrumento de justicia social».
En este sentido, continuó: «El museo tiene un rol importantísimo en la memoria de la humanidad, para construir un recorrido de lectura e interpretación. Recordando a Borges, que decía: ‘La memoria es porosa al olvido’. El arte, como leí en algún lugar, nos entrega la belleza. Y el museo nos deslumbra con la verdad. El museo es un lugar donde se escucha y se es escuchado. Es un lugar donde se altera la templanza, se promueve el desequilibrio y se quebranta el apego a lo racional. El museo puede ser un refugio emocional donde la gente puede dar rienda suelta a sus emociones, como afirmaba William Reddy. Las emociones, además, son cruciales para el aprendizaje y ayudan a la consolidación de la memoria. El museo es una ventana abierta, tanto a lo durable como a lo efímero, a la belleza como al espanto».
«Preguntémonos: ¿Por qué el hombre necesita del arte? El arte es una necesidad social. Debemos aprender a educar al otro en el arte. El arte no es un lujo dentro del concepto de cultura. Durante la pandemia, nos dimos cuenta de cuánto lo necesitamos. Si el arte modifica a las personas, seguramente los museos modificarían a la comunidad», aseguró.
Concluyó afirmando que «el arte estimula la capacidad de asombro y reivindica la curiosidad. Es una forma de vivir, no un medio de existir. El arte, la ética y la política deben articularse en una misma dirección para que la dignidad del hombre no se degrade en el campo de la corrupción. Bertolt Brecht decía: ‘El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma'».
Finalmente, Niveiro reflexionó sobre el papel central de los artistas en la sociedad y cerró su discurso reflexionando sobre el acto de donar y la gratitud. «El donar no es decir adiós, es decir gracias», citó a Melanie Melhem, destacando que el acto de donar no es regalar, sino compartir. También recordó a Cicerón al decir que «la gratitud es la madre de todas las virtudes», y concluyó enfatizando en la importancia de la libertad como valor supremo después de la vida.
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